Sufrió y luego goleó

Bolívar tuvo que esforzarse más de lo previsto para ganarle a Universitario de Pando 4-0. Pese a que el marcador indica que fue una goleada, los celestes la pasaron mal en los primeros 45 minutos del encuentro.
El que pensó en un rosario de goles cada cinco minutos de parte de la Academia se equivocó de medio a medio, pero más se equivocó el cuadro celeste que no pudo patentar en el campo de juego una superioridad técnica y de nombres ante un endeble rival que juega sus últimos partidos en la Liga.
¿Qué le pasó a Bolívar? Sobre todo sintió el cambio de sistema táctico. Acostumbrado a jugar con una línea de tres en el fondo, ayer tuvo problemas para adaptarse a jugar con cuatro en el fondo. Edemir Rodríguez y Francisco Rodríguez, que ocuparon las plazas de laterales, no tuvieron nunca la proyección de otros encuentros.
Cuando en Bolívar no funciona el equipo aparecen las individualidades, pero ayer tampoco fueron solución Jhasmani Campos, Juan Carlos Arce y Carlos Tenorio. Durante los primeros 45 minutos nunca se encontraron las sociedades y de esa forma era previsible que a los bolivaristas les iba a costar abrir el marcador.
En todo el primer tiempo, Bolívar tuvo una sola jugada de riesgo sobre la portería del equipo visitante, la que se produjo a los 16 minutos con un tiro libre que ejecutó desde la media cancha el paraguayo Nelson Cabrera; el arquero Gómez dejó pasar la pelota y sobre la línea salvó el zaguero Gustavo Léon. Una sola jugada en toda una etapa es poco para un equipo que pretende salir campeón y que enfrentaba al equipo más goleado del certamen.
Lo de los pandinos fue sólo defender el cero en su arco, no atacaron nunca al pórtico de Rómel Quiñónez, pero la gran virtud que tuvieron fue la actitud que mostraron en cada una de las jugadas, en la que iban con todo en procura de recuperar el balón.
Los últimos minutos del primer tiempo terminaron con un Bolívar desesperado en la cancha, con sus jugadores reclamando las decisiones del juez del compromiso y con su hinchada silbando su desempeño.

A la visita le pasó factura el gran despliegue físico que mostró en el inicio. El equipo comenzó a ceder varios espacios y los jugadores ya no tenían la misma actitud que en la primera parte.
A los 12, la hinchada celeste se tranquilizó con el primer gol de la tarde conseguido por Carlos Tenorio, quien cabeceó solo ante un preciso centro de Arce.
Un minuto después, la \"U" falló en la salida. Campos vio adelantado al arquero Gómez y con un potente disparo puso el segundo y a otra cosa.
En un par de minutos los celestes encontraron la tranquilidad que no tuvieron en gran parte del partido.
Luego vino el tercero de la tarde con una gran jugada de Damir Miranda que puso la pelota por encima del arquero Gómez, a los 21, y cerró la cuenta Tenorio a los 38 con un disparo con pierna izquierda.
Así ganó Bolívar un partido que tuvo su complicación en el primer tiempo, luego goleó a su rival y no falló en La Paz, algo que puede marcar la diferencia para el bicampeonato.