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El dopaje positivo de Ramallo debe aclararse

Y la noche se le vino encima a un deportista en todo el sentido de la palabra. La noticia del control de dopaje positivo sobre el delantero nacional Rodrigo Ramallo sorprendió al jugador, desestabilizó a The Strongest, sacudió al fútbol nacional y cayó como un balde de agua fría sobre toda una familia de tradición futbolera.

El dato filtrado, según muchos maliciosamente, justo antes de un crucial partido entre los líderes del grupo 4 de la Copa Libertadores caló hondo en el mundo del fútbol nacional, por las particularidades del tan mentado positivo.

En primer lugar, por el momento y las circunstancias en que se conoció. También, por la sustancia detectada, cuyos antecedentes señalan errores colosales en su evaluación para el fallo preliminar. Pero también, porque el peso draconiano de la burocracia antidopaje internacional y su aplicación a letra muerta de sus procedimientos y fallos recayó sobre uno de los más reconocidos y disciplinados deportistas contemporáneos del medio.

Porque Ramallo es el menor de tres generaciones de una familia cuya dedicación a la formación de deportistas y particularmente futbolistas, es ya una tradición en Cochabamba y es por demás reconocida.

Justamente por ello, es que las circunstancias de la ingesta del famoso Clembuterol deben ser aclaradas y la obligación de los especialistas responsables de proporcionar detalles sobre una segunda muestra es dar a conocer el mapa que aclare todo.

Por la dignidad del jugador, por la tranquilidad de su familia y por la imagen del fútbol boliviano que hace muchos años viene dando muestras más que fehacientes de la honestidad y profesionalismo de sus deportistas.


 ANÁLISIS
DESLUCIDA ACTUACIÓN BOLIVIANA EN LA COPA
MARCELO CARBALLO CADIMA

Técnico de fútbol


Concluyó una semana negativa para el fútbol boliviano, The Strongest y Universitario tuvieron desafortunadas actuaciones en sus partidos correspondientes al más importante torneo continental.

El cuadro paceño, que después de una notable victoria (3-1) en condición de local ante el Internacional de Porto Alegre, se pintaba como favorito para robar por lo menos un punto de tierras ecuatorianas. Sin embargo, su rendimiento futbolístico fue mínimo.

Podríamos generar muchas conjeturas respecto a las causas de esta falsa actuación. Lo cierto es que no hubo respuestas ni desde lo táctico y mucho menos desde lo emocional, porque a veces cuando un equipo no puede jugar bien, la moral y el coraje pueden compensar, pero ni estos aspectos aparecieron.

El fútbol, al igual que todas las actividades que desarrolla el ser humano, está supeditado a un estado emocional. La noticia no oficial en ese momento pero ya divulgada al interior del cuadro atigrado, sobre el control de dopaje positivo de Rodrigo Ramallo, sin duda caló hondo no solo en el estado emocional del grupo sino también en la estructura del equipo antes de arrancar el partido.

Fue un duro revés para el conjunto que mostraba tener el mejor rendimiento entre los tres representantes bolivianos. Esperemos que los dirigidos por Craviotto superen el mal momento.

Por su parte, Universitario confirmó las dudas que se tenían sobre su debut en la Libertadores.

Si bien fue un equipo que por momentos trató de implantar dinámica al juego, cayó nuevamente en el vacío de ideas y una firme línea de juego.

Universitario posee un grupo de jugadores de muy buen trato al balón. El problema es que en este deporte, la posesión solo cuenta para la estadística y si ésta no se transforma en efectividad es insulsa.

En el fútbol no existen mejores o peores planteamientos. Todas las formas de jugar en algún momento han tenido éxito. Sin embargo, los entrenadores de fútbol debemos entender que los sistemas y formas de juego se derivan por lo general de las características de nuestra plantilla. Es decir, debemos tener la capacidad de generar lineamientos que aprovechen al máximo las fortalezas individuales y colectivas.

Hasta el momento, Baldivieso no ha podido gestionar un adecuado funcionamiento para sus dirigidos, ni en la Liga ni en la Copa.


ANÁLISIS
WILSTER CAE EN EL PÁNICO ESCÉNICO
MOISÉS REVOLLO

Periodista Deportivo


Todos nos preguntamos ¿qué pasa con Wilstermann? Es capaz de empatar o ganar en el interior, pero le cuesta mucho jugar en su propia cancha, hasta el extremo de pedir hora al árbitro, en los tramos finales de cada partido.

El directorio, encabezado por Montaño y Vargas, realizó todo el esfuerzo posible para armar un equipo competitivo, con varias sugerencias de Baldivieso de quien se esperaba mucho más y que debía cumplir su contrato.

Sin embargo, a más de medio año de la llegada de nuevos jugadores, exceptuando a Dituro y Torres, todavía no alcanzan su mejor nivel individual ni colectivo, para ser protagonistas sin prejuicios, en otro torneo marcadamente irregular.

Juan Manuel Llop, de reconocida trayectoria como jugador y entrenador, tampoco logra sacar lo mejor de cada integrante del equipo y mucho menos un juego colectivo sostenido, que motive a los seguidores que paulatinamente abandonan las graderías.

En la tabla no va muy mal con 14 puntos, producto de dos victorias de local frente a Universitario de Sucre y Sport Boys, otra de visitante con Nacional Potosí, con el repetido marcador de un gol a cero. Pero carga empates ante los petroleros de Yacuiba y Oriente Petrolero en el Sudamericano, sin olvidar los notables puntos ganados con San José en Oruro, Real Potosí y Universitario de Pando también por el mismo marcador (1-1).

Hasta ahora solo perdió visitando a Bolívar, en los minutos finales, cuando parecía que era otro resultado favorable para el llamado rey de los empates.

Para un equipo modesto podría ser una campaña casi impecable, pero no para Wilstermann que es uno de los grandes del fútbol boliviano.

Los siete goles anotados, teniendo a Neumann, Óscar Díaz, los Vargas, Andaveris, Torres, Thomas, Bravo en la planilla, refleja la floja producción ofensiva de los aviadores, algo recurrente en las últimas campañas.

Los cinco goles en contra dentro la estadística, son más por el buen desempeño de Dituro, que por la seguridad defensiva, que es una de las mayores preocupaciones del equipo.

El "miedo escénico" que parece afectar a algunos jugadores clave de Wilstermann jugando de locales, es incomprensible considerando su trayectoria.

El técnico dijo que el aficionado solo debe pagar su entrada y alentar a su equipo sin criticar, un concepto muy contraproducente en esta época de las redes sociales, aunque es importante decir que nadie tiene permitido insultar o agredir al deportista, lo que ya sería un hecho delictivo, en el que la mayoría de los aficionados no se involucran.
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