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Robby Gordon se robó el show

El arribo del estadounidense Robby Gordon a Uyuni fue llamativo. No sólo por el color de su Hummer (naranja), sino por el carisma del piloto, quien hizo vibrar al público.
El corredor cruzó la meta y recibió el saludo de la gente. Bajó de su motorizado y envió un saludo a todo el público. Aceptó tomarse unas fotografías y ello calentó el ambiente.
Un aficionado le entregó una bandera nacional. El piloto la hizo flamear, se emocionó y trepó al techo de su Hummer, donde posó con la rojo, amarillo y verde para toda la gente.
En la rampa cogió uno de los micrófonos de los animadores. Saludó a todo el público y al presidente Evo Morales; también recibió guirnaldas con la hoja de coca.
Esbozó algunas palabras en español, la gente vibró, le pedían un salto y el piloto preguntó si el Presidente quería uno. Tuvo dos intentos, tomó impulso y salió disparado de la rampa con los aplausos de los espectadores.
En el desfile de estrellas no sólo estuvo Gordon. El español Nani Roma también logró el aplauso de la gente. Señaló que nunca había estado a 4.000 metros de altitud, que le dolió la cabeza, pero quedó impresionado por el apoyo de la gente.
"Esta noche seremos nosotros los mecánicos, espero que el Presidente nos ayude", bromeó el corredor.
El francés Ciryl Despres también hizo su paso. Recordó que éste es su segundo paso por Bolivia; el primero fue en 2014, cuando corría en la especialidad motociclismo.
Aidyn Rakhimba, de Kazajistán, fue uno de los pilotos más emocionados en la rampa. Ingresó al lugar al mando de su Mini y filmaba con el celular todo lo que ocurría en la zona. Paró el vehículo y corrió ante Evo para tomarse una selfie; se fue del lugar con una gran sonrisa en el rostro.
Los pilotos del exterior mostraron su sorpresa por el recibimiento, ya que en los otros países "no se vio a tanta gente brindándoles su cariño".
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