Hubo doble accidente en Oruro

Los espectadores que acudieron a presenciar la séptima etapa del Dakar a su paso por Belén de Andamarca, una tranquila población de apenas 2.000 habitantes en el departamento boliviano de Oruro, nunca olvidarán lo que vieron la mañana del 10 de enero.
El diario Marca de España relata que lo que pudo convertirse en una tragedia se quedó en un susto para ellos y para cinco participantes del Dakar que sobrevivieron milagrosamente a dos brutales accidentes en el mismo punto fatídico.
El primer accidente tuvo como protagonistas al piloto argentino Juan Manuel Pato Silva y a su copiloto Juan Pablo Sisterna. El Mercedes con el número 336 en el que viajaban dio varios saltos mortales al no poder negociar un badén seguido de una rampa ante la aterrorizada mirada de varios espectadores. Pero lo peor llegó poco después. Mientras varias personas ayudaban a los argentinos a enderezar el vehículo, otro coche que se acercaba a toda velocidad se levantó por los aires en el mismo punto y dio cuatro vueltas a pocos metros de ellos antes de incendiarse con sus tres ocupantes dentro.
Era el Durango Jimco del equipo El Martillo Racing formado por el piloto canadiense Matthew Campbell y dos copilotos: el estadounidense Luis César Ramírez y el mexicano Nicolás Alberto Ambriz Suárez. "Fue fuerte en un lugar muy rápido. Levanté, pero me encontré con un badén con una rampa muy fuerte. El auto salta, pica y cae de punta. Fue una desgracia con suerte y ya sabemos a lo que estamos expuestos", explicó Juan Manuel Silva a radio Rivadavia.
"Fue un momento de mucha tensión. Cuando nos bajamos, otro auto también volcó y se prendió fuego. Nos asustamos muchísimo y esos tripulantes pudieron salir ilesos. También casi vemos otros dos tumbos, esta carrera es así, la más difícil del mundo, casi 9.000 kilómetros y tiene estas cosas", añadió el argentino.
El rally se despide de Bolivia
La competencia internacional dejará hoy Bolivia, luego de casi tres días de estadía.
Las motocicletas se irán de suelo boliviano para completar la octava fecha, que se disputará entre Uyuni e Iquique, y una especial de 784 kilómetros que marcará el cierre del maratón. "Motivado he estado siempre y con ganas de luchar también. Sigue estando igual de difícil que antes. Estamos un poquito más cerca pero nos quedan seis días de carrera, toda una vida" , declaró el líder Marc Coma.