-->

“Si un niño saca malas notas por flojo jamás, podrá ser deportista”

Saltamos de alegría cuando la profesora de literatura nos avisó que habíamos sido designadas para hacer la entrevista soñada. Entusiasmadas por conocer personalmente al director técnico de la Academia, Xabier Azkargorta, ensayamos las preguntas.
Llegamos al club Bolívar, en Tembladerani, ¡cuánta emoción! Entramos con asombro y timidez a la sala de prensa del club. Allí nos esperaba Rodrigo Reyes, el jefe de prensa. Como bolivaristas nos sacamos fotografías mientras esperábamos a nuestro importante entrevistado.
Por fin apareció. Serio y bastante formal. Nos sentimos unas verdaderas periodistas entrevistadoras. Saludó a todos (mamás, profesoras, periodistas, fotógrafos) los que nos acompañaron.
El Vasco se sentó delante del micrófono y nos pidió que nos presentemos. Con muchos nervios y el corazón latiendo fuerte comenzamos la entrevista.
¿Qué siente el entrenador de Bolívar al ganar o perder un partido?
(Silencio, piensa). Al perder un partido en la Liga se ha sentido rabia, porque cuando uno pierde un partido por mérito para perder, uno lo que hace es analizarlo para no cometer esos errores en el siguiente partido, pero cuando uno pierde haciendo un buen trabajo y quizás por decisiones injustas entonces, lo que se da es una sensación de mucha rabia ya que por una razón u otra te lo echan abajo.
En todos sus años como entrenador, ¿cuál fue el partido más significativo hasta la fecha?
Bueno, hay muchos ¿No? En mi vida de técnico me afectan de distintas maneras los partidos. Por ejemplo, para mí un partido que me marcó mucho fue en Barcelona, entre el Espanyol y el Sevilla, cuando ganamos uno a cero. Yo debuté como técnico de primera división (en España) a mis 29 años (…) un récord. Luego hay más partidos que significaron para mí, como el de 1993 cuando Brasil perdió (contra Bolivia) 2 a 0 en una eliminatoria. Ese también fue un partido que marcó mucho, no sólo las emociones del equipo, sino a toda la gente en Bolivia. Obviamente hubo otros: el que jugamos en Guayaquil donde conseguimos un empate que nos permitió clasificar al Mundial del 1994. También el partido inaugural que en mi opinión perdimos injustamente con Alemania; fue importante que Bolivia apareciera ante cientos de millones de personas en el Open Game y que apareciera en la prensa mundial por motivos positivos y emocionales y no por tráfico o golpes de estado.
Usted dirigió a otros equipos y selecciones, ¿cuál fue la razón principal para entrenar al club Bolívar?
Bueno hubo dos o más intentos de parte de Marcelo Claure para que yo dirigiera al Bolívar, pero no se llegaba a un acuerdo por distintas razones. Me volvió a llamar varias veces, hasta una noche que me acosté pensando en el tema y por la mañana me puse a ver los informativos por internet, (pausa) porque es muy importante estar informados. Esto les sirve mucho a ustedes. Después de eso fue que concretamos y quedamos en un compromiso para al día siguiente empezar a trabajar.
¿Qué es lo más gratificante de ser un entrenador?
Bueno yo siempre he tenido la figura de entrenador como un director de grupo y ser un director de grupo es complicado. Un entrenador dirige a un grupo muy heterogéneo, con distintas culturas, distintas religiones, distintas nacionalidades y edades; dirige a personas de 24 años que ya son padres de familia; a personas que tienen formación universitaria y otros que su formación es básica. Por lo tanto tienes que hablar con un lenguaje que entiendan todos, entonces es apasionante este trabajo. Yo tengo un eslogan: que un jugador es persona antes que jugador; y no es sólo para el fútbol si no para la vida, porque yo no manejo a robots, manejo a personas y por eso, cuando la gente pregunta por qué un día jugaron tan bien y otro día no tan bien, les respondo que formamos parte de un grupo de personas y que cada uno tiene sus momentos buenos y malos, porque no sólo se trata de sacarlos a jugar a una cancha.
Se dice que el profesor aprende del alumno. ¿Qué es lo más importante que aprendió de algún jugador o equipo?
(Piensa la pregunta y pide que se repita). Nada se aprende de una vez por todas. Nadie es sabio para siempre. Hay que estar aprendiendo y mejorando continuamente; entonces muchas veces de lo que más se aprende son de los pequeños detalles.
Muchas veces la gente se para en la calle y me pregunta: 'Profesor, dime ¿qué puedo hacer para ser un futbolista?' y yo le pregunto: ¿Cuántos años tienes? y a lo mejor me dice que tiene 13 años y también le pregunto: ¿Qué tal estás en el colegio?, y me dice: 'más o menos'. Entonces le contesto: No llegarás a ser futbolista y pregunta, '¿por qué?', le respondo: Porque un niño a los 13 años que no saca buenas notas en el colegio es porque es flojo y jamás llegará a ser un futbolista. Entonces lo que uno va aprendiendo en la vida es que lo que tiene que motivarte es el trabajo cotidiano y los pequeños detalles. Todo el mundo espera la actitud de uno y los héroes están en cada uno. Si hoy entrenas bien, mañana tendrás que entrenar mucho mejor. El mejor esfuerzo hay que hacerlo hoy. Mucha gente se olvida de eso y quieren subir una escalera de 20 peldaños sin subir peldaño a peldaño. Eso es lo que uno aprende en la vida.
¿Qué es lo más importante que un equipo debería aprender?
En primer lugar, lo que siempre debe aprender un grupo humano es que si no hay funcionamiento en grupo no hay compromiso individual. Si uno no se exige así mismo, no tiene ningún derecho de disciplinar a los demás y en esta sociedad somos especialistas en exigir a los demás pero no a uno mismo. Imponen una serie de leyes y dicen: 'Qué bien'; pero esto no es para mí, entonces cada uno hace lo que le da la gana. No hay compromiso en grupo si no hay compromiso individual, y es por eso que yo tengo que dar el 100% de lo que yo puedo dar, y es por eso que les digo a mis jugadores que nunca les pediré que hagan cosas que no saben hacer, pero tengo todo el derecho del mundo a exigirles que me den el 100% de lo que sí saben. Esa es la forma de crear al grupo el compromiso individual; sin embargo, lo que me enseñó mi papá es que si uno es el que recoge la basura tiene que ser el mejor recogiendo la basura.
Usted, antes de ser entrenador fue jugador (delantero). ¿Qué es lo que más extraña de ser futbolista? ¿Qué se siente pasar de jugador a entrenador?
Bueno yo siento todo, me da muchísima envidia. Me gustaría estar corriendo pero también me da mucha emoción. A los 15 años comencé a jugar pero no dejé de estudiar y a los 20 años dejé de jugar porque tuve una grave lesión en la rodilla que me obligó a dejar el fútbol como jugador. Sentí que me cortaron las alas. Sigo sintiendo mucha envidia de no poder participar directamente con los futbolistas.
Entrevista realizada por las alumnas del colegio Horizontes. El trabajo participa en el concurso "La entrevista que siempre soñé" de la Fundación para el Periodismo.

HOJA DE VIDA

Nombre Francisco Xabier Azkargorta Uriarte.
Lugar y fecha de nacimiento En Azpeitia, Guipúzcoa, España, el 26 de septiembre de 1952.
Logros como DT Clasificó a Bolivia al Mundial 1994 y puso al club Bolívar en la semifinal de la Copa Libertadores de América 2014.

"Nada se aprende de una vez por todas. Nadie es sabio para siempre. Hay que estar aprendiendo y mejorando continuamente de pequeños detalles".

"Lo que siempre debe aprender un grupo humano es que si no hay funcionamiento en grupo no hay compromiso individual".
Comparte este artículo:

Partidos

Torneos, ligas