-->

Saqueos y disturbios, tras la goleada

Varios autobuses fueron quemados y una tienda de electrodomésticos fue saqueada la noche de ayer en Sao Paulo después de la humillante derrota 7-1 de Brasil ante Alemania, informaron la Policía y la prensa brasileña.
Según el diario Folha de Sao Paulo, 20 autobuses fueron incendiados en la zona sur de Sao Paulo, en un garaje donde se almacenaban vehículos en desuso. Otros tres autobuses más fueron quemados en otras zonas de la enorme capital paulista.
La Policía no confirmó que el incendio esté ligado al resultado del partido, ni quiso informar del número de buses incendiados. La Policía Militar de Sao Paulo sólo indicó a la AFP que hubo un incidente en un garaje de la zona sur de la ciudad. "Por ahora tampoco tenemos informaciones sobre las causas del incendio. Eso va a ser investigado", comentó una portavoz de la Policía Militar consultado si el fuego estaba vinculado a la derrota de Brasil.
La Policía informó además que una tienda de una popular cadena de electrodomésticos fue saqueada en la popular zona este de Sao Paulo. "Invadieron y saquearon la tienda", añadió la portavoz.
Después de la derrota, la más abultada sufrida por Brasil durante su participación en las 20 ediciones de los Mundiales y calificada como "vergonzosa" por la mayoría de la prensa, algunas personas causaron violencia y confusión.
En Belo Horizonte, donde se disputó el partido, en el bohemio barrio de Savassi, el más visitado por los turistas con un promedio de 25.000 personas en sus bares y calles, se sucedieron peleas callejeras que terminaron con 12 detenidos. Dentro del estadio hubo desmanes y varias personas que intentaron destruir parte del patrimonio público debieron ser expulsadas del recinto deportivo y custodiadas por la Policía hasta la salida, según las autoridades.
En Sao Paulo, mientras la tristeza cundía en algunos lugares preparados para el festejo, como el bohemio barrio de Vila Madalena y la FanFest, donde muchas personas se retiraron antes de finalizar el partido, otros puntos de la mayor ciudad brasileña eran testigos de una oleada de violencia.
En Salvador, capital del nororiental estado de Bahía y una de las 12 sedes del Mundial, la FanFest de la FIFA, en el turístico Farol da Barra y que reunía 50.000 espectadores, tuvo que ser suspendida por desmanes e intento de asalto colectivo, de acuerdo con la Policía.
Comparte este artículo:

Partidos

Torneos, ligas