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El mejor Mundial en cuatro décadas

La calidad técnica mostrada por los equipos, el alto nivel de espectáculo, el regreso del fútbol ofensivo, los partidos emocionantes, las figuras que encandilaron los ojos de los aficionados y las sorpresas hacen con seguridad a Brasil 2014 el mejor Mundial de los últimos 40 años.



Pese a todos los elogios que acumuló y a todo lo bueno que se vio, a esta Copa del Mundo que culminó ayer no le alcanza la talla para ser considerada la mejor de la historia.
Para muchos el torneo que organizó México en 1970 fue inolvidable, principalmente porque consagró a Pelé como rey del fútbol, pero también porque coronó a Brasil como tricampeona, con un equipo lleno de estrellas, donde se juntaron cinco números 10.
Pelé tuvo una corte de lujo, con Rivelinho, Jairzinho, Tostao y Gerson que encandilaron los ojos del mundo y que muy difícilmente se podrá equiparar.
Un escalón más abajo, en lo que a Copas del Mundo se refiere, se podría ubicar a España 1982, por la emoción que registraron algunos encuentros, como Italia-Brasil y Alemania-Francia.
México 1986 también fue un certamen que queda en el recuerdo, principalmente porque consagró a Diego Armando Maradona como el sucesor de Pelé en el trono.
A partir de ese campeonato la magia y el jogo bonito fueron desapareciendo. La táctica al servicio del resultado se fue imponiendo y los Mundiales se destacaron más por ser una industria de generar dinero antes que por la calidad del juego que mostraban las diferentes selecciones participantes.
Pero Brasil 2014 fue diferente. La primera fase se caracterizó por que la mayoría de las selecciones salió a proponer un juego ofensivo, lo que provocó partidos con muchas emociones y goles.
La primera goleada que se dio fue el sorpresivo 5-1 de Holanda a España, la por entonces campeona defensora del título, en el segundo día de la competencia.
Otro de los triunfos abultados e impensados fue el que Alemania consiguió ante la Portugal de Cristiano Ronaldo (4-0). Uruguay es otro de los equipos que no pasó inadvertido. Tras un inicio flojo ante Costa Rica (derrota 2-1), los charrúas recurrieron a su vieja garra para superar a Inglaterra 2-1 e Italia 1-0.
La celeste fue una muestra de que la entrega y la pasión por los colores también son capaces de sobresalir y generar adeptos.
El buen juego de Colombia, la entrega de los chilenos y la joven Bélgica son otros de los casos representativos que serán recordados gratamente de este Mundial. A partir de la segunda fase hubo juegos que provocaron sentimientos encontrados en los aficionados y que llenaron de emoción este certamen.
La infartante clasificación de Brasil a cuartos de final, eliminando a Chile en definición por penales o la victoria de Colombia sobre Uruguay (2-0), donde se vio a una selección charrúa desamparada por la ausencia de su figura, Luis Suárez, expulsado del Mundial por morder a un adversario. El sacrificado triunfo de Holanda sobre México (2-1) en los minutos finales y la sorprendente Costa Rica, que eliminó a Grecia en la tanda de los penales para lograr un histórico pase a cuartos, son otros de los partidos inolvidables.
Ya en cuartos, el choque entre brasileños y colombianos dará que hablar en muchos años, así como el día en que Holanda sacó del torneo a Costa Rica, gracias a una jugada magistral del técnico de los naranjas, Loui van Gaal, que hizo ingresar al arquero Krol sólo para la tanda de los penales y quien fue el que terminó dándole el pase a semifinales al tapar dos lanzamientos de los ticos.
Pero si hay algo que el mundo no olvidará de este torneo es la histórica goleada que Alemania le propinó a Brasil 7-1 en semifinales. En casa, en su Mundial y ante su público, la Canarinha fue humillada.
Por el lado de los germanos, ese triunfo les permitió romper varias marcas, como la de la selección con mayor cantidad de finales: ocho; la del equipo con mayor cantidad de goles en estos torneos; además de contar entre sus filas con el goleador histórico de este tipo de competencias: Mirorlav Klose, con 16 goles en cuatro Mundiales.
En lo que se refiere a las figuras: dos sobresalieron por entre los demás por la calidad de su juego y por lo desequilibrantes que fueron para sus selecciones: el argentino Lionel Messi y el holandés Arjen Robben.
Pero tampoco se puede dejar de lado la calidad del colombiano James Rodríguez, los goles del francés Karim Benzama y del alemán Thomas Müller.
En fin, por mucho, este Mundial de Brasil fue el mejor hasta ahora.
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