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El campeón celebra

Alemania brindó ayer un apoteósico recibimiento a su selección de fútbol al regreso de Brasil, donde conquistó el cuarto título mundial y el primero para un equipo europeo en suelo sudamericano.
Más de 400 mil hinchas vitorearon junto a la Puerta de Brandeburgo, en el corazón histórico de Berlín, a los vencedores de la final ante Argentina 1-0 con gol de Mario Götze en la prórroga.
Cansados pero con la felicidad dibujada en la cara y luciendo camisetas negras con un gran número uno, los futbolistas y el cuerpo técnico al mando de Joachim Löw, alzaron la Copa ante el júbilo de la multitud que convirtió en un mar de banderas la avenida que une la Puerta de Brandeburgo con la Columna de la Victoria.
"Fue un camino muy largo hacia el título y al final tremendamente difícil, pero estamos tan contentos de estar ahora con la hinchada", dijo Löw, que agradeció a la afición. "Sin ustedes no estaríamos aquí. ¡Somos todos campeones del mundo!".
"Deutschland, Deutschland", corearon los hinchas y entonaron cánticos bajo el sol del mediodía, tras esperar durante horas la llegada de su seleccionado.
"¡Fue increíble, muchas felicitaciones a la tropa!", celebró, copa en mano, el capitán Philipp Lahm.
En un alarde de organización germana, los jugadores llegaron al escenario bailando pero ordenados por grupos de acuerdo a los bungalows que habían compartido en el "búnker" de la selección en Brasil, cerca de Porto Seguro. Cada grupo de cinco tenía preparado un pequeño sketch o cantito que arrancó ovaciones de los aficionados.
No faltaron las bromas a Argentina. "Así caminan los gauchos", cantaron los futbolistas mientras caminaban encorvados sobre la gran pasarela, "y así caminan los alemanes", entonaron mientras se erguían.
Toni Kroos instó a la muchedumbre a cantar en honor a un emocionado Miroslav Klose, máximo goleador de la historia de los mundiales con 16 tantos. "Haber marcado el gol fue indescriptible, pero lo más importante es que somos campeones mundiales", destacó Mario Götze, el joven jugador del Bayern que en el minuto 113 de la final sepultó las ilusiones del tricampeonato para los argentinos. "¡Ahora tenemos la maldita Copa!", gritó Bastian Schweinsteiger, con la cara suturada y rodeado de sus compañeros, que no paraban de sacarse fotos y saludar a la gente. El equipo desplegó una bandera gigante con los colores rojo, negro y gualdo que rezaba "Obrigado fans, la cuarta estrella es nuestra".

La Nationalmannschaft arribó a la capital alemana en la mañana de ayer en un avión de la aerolínea de bandera Lufthansa que llevaba pintada en letras gigantes la inscripción "Vuelo vencedor Fanhansa".
El equipo se trasladó desde el aeropuerto en un autobús con los números 1954, 1974, 1990 y 2014 por los años en los que Alemania se proclamó campeona mundial de fútbol y en el último tramo cambió a un camión descapotado, desde el cual saludó a decenas de miles de aficionados por las calles berlinesas. Muchos aficionados llegaron a Berlín desde otros puntos de Alemania para ver a sus héroes. (DPA)
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